Afecta a todos sin que se den cuenta y causa pérdida irreversible de la audición. Por eso los expertos recomiendan una sola medida: prevenciónPor Maritza Jiménez
Foto: www.shutterstock.com / Yuri Arcus
'Los oídos se tocan con los codos". Esta antigua recomendación médica nos da una idea de lo delicado que es nuestro sentido del oído, cada vez más amenazado por el creciente número de ruidos que genera la vida moderna.
Y al igual que la hipertensión, la contaminación sónica es un mal que actúa en silencio. No nos damos cuenta, pero el exceso de ruido produce en nuestro organismo importantes alteraciones que continúan actuando por largo tiempo, algunas de ellos con carácter irreversible, como la pérdida de la audición o "hipoacusia".
Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación sónica es la tercera en importancia, después de la del aire y el agua. Y como no deja "huellas" y es difícil de medir, afecta a todos sin que nadie se dé cuenta, porque el oído no descansa jamás, ni siquiera cuando se duerme; sigue actuando incluso en la gente que se acostumbra a escuchar un ruido y éste parece no molestarle. Pero sus efectos son mediatos y acumulativos, de manera que el daño causado al sistema auditivo puede pasar inadvertido por varios años.
¿Contaminación sónica o ruidos molestos?Aunque también puede existir en la naturaleza; por ejemplo, en las grandes cascadas, el ruido es una consecuencia de la actividad humana que se da, sobre todo, en las ciudades, y su aumento está directamente vinculado con el concepto del "progreso" y el crecimiento poblacional. Se entiende por tal un sonido no deseado, excesivo y molesto.
Al igual que la hipertensión, la contaminación sónica es UN MAL que actúa en silencio
Las definiciones de contaminación acústica o sonora son variables. De hecho, hay profesionales que prefieren hablar de "ruidos molestos" y no de contaminación. Pero si el concepto de ruido es relativo -una música a todo volumen sería sonido para unos y ruido para otros-, cuando ese sonido molesto puede producir efectos nocivos fisiológicos y psicológicos a una persona o grupo de personas, entonces se habla de contaminación sonora.
Para el otorrinolaringólogo Miguel Ángel Oramas es válido hablar de contaminación sónica para identificar ese fenómeno que afecta a los seres vivos, con alteraciones de su estado físico y emocional y problemas orgánicos como la pérdida auditiva en diversos grados. Es lo que se conoce como "trauma acústico", y afecta a todo aquel que se exponga a ruidos prolongados o a un impacto único de alto nivel; tanto a las personas que trabajan en ambientes con niveles de ruido nocivo, como aeropuertos o la industria metalmecánica, como también a militares y deportistas que disparan armas de fuego.
Pero discotecas, conciertos, fiestas donde se usan equipos de gran potencia, walkmans y reproductores MP3, son también causantes de trauma acústico por exposición a altos niveles sonoros, según relata el doctor Oramas. "El desconocimiento de las lesiones que esto puede causar expone a las personas a padecerlas, y es posible que esto ocurra aunque sea en una sola noche de diversión".
¿Cómo oímos?La audición depende de una serie de eventos que transforman ondas sonoras del aire en señales eléctricas, las cuales son transmitidas al cerebro por el nervio auditivo. Las ondas sonoras entran al oído externo a través de un pasaje estrecho llamado conducto auditivo, que conduce al tímpano, y hacen que éste vibre y, a su vez, transmita esas vibraciones a los tres diminutos huesos del oído medio: martillo, yunke y estribo.
Estos huesos tienen la función de amplificar los sonidos y transmitir las vibraciones al oído interno, que tiene forma de caracol, y contiene fluidos en su interior y una larga membrana elástica conocida como membrana basilar, en cuya superficie se encuentran los delicados cilios. Las vibraciones en el oído interno forman ondas en ese fluido, creando una ola que es desplazada por los cilios. Durante el movimiento, en la membrana hay canales, los estereocilios, que se abren y permiten que ciertos químicos entren, generando así la señal eléctrica que el nervio auditivo conduce al cerebro.
Aunque los niños son mucho más sensibles, la pérdida de la capacidad auditiva está presente en todas las edades. En la mayoría de los casos, ésta suele ser irreversible, y el ruido es su principal causa.
Investigaciones recientes realizadas en el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés), que analiza las causas, diagnóstico, tratamiento y prevención de la pérdida de audición, han demostrado que, en la mayoría de los casos, ésta se debe a daños causados a los delicados cilios, los cuales no vuelven a crecer ni en el ser humano ni en otros mamíferos.
"Estas células -explica Oramas-, serían comparables a las de la retina del ojo, las cuales se dañan si se exponen directamente a luz muy intensa, como la luz de sol".
¿Cómo afecta el ruido a los cilios, de acuerdo con esas investigaciones? Produce radicales libres que los matan, y aunque actualmente se estudia la forma de contrarrestar esa agresión con el uso de antioxidantes, los ensayos en sereshumanos todavía tomarán algún tiempo. Por eso, una vez producido el daño, poco queda por hacer. De manera que la prevención es la única arma. Para ello, algunos especialistas recomiendan el uso de los protectores de silicona o, en su defecto, algodón empapado en vaselina.
Riesgos para la salud Aparte del daño al oído, el ruido produce una alteración de todo el organismo similar a las del miedo y el estrés, con la consecuente descarga de adrenalina y corticoides. Eso tiene consecuencias en la presión sanguínea, excitaciones cardiovasculares, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio y la tensión muscular, y nos hace irritables, nerviosos, influye en nuestra concentración y aprendizaje, produce alteraciones del sueño, e, incluso, disminución del apetito sexual.
Según un estudio realizado por científicos del Univesity College de Londres, el ruido excesivo es responsable de tres por cierto de las muertes ocurridas en Europa por ataques cardíacos o accidentes cerebro vasculares, ya que genera una producción constante de hormonas del estrés, capaces de causar en el metabolismo humano alteraciones de larga duración que ponen la vida en peligro.
¿Qué pasa cuando dormimos con ruidos? Hay una fase de sueño profundo, llamada De Movimientos Oculares Rápidos, que es fundamental, y, en el caso de los niños, influye en el desarrollo del sistema nervioso central. El ruido, que escuchamos aun estando dormidos, hace que esa fase del sueño sea superficial, con repercusiones diversas en el organismo. Por ejemplo, se ha estudiado que en los edificios cercanos a avenidas ruidosas, con mucha circulación vehicular, los niños que viven en los pisos más altos suelen tener mejor rendimiento escolar que los que viven en la planta baja, por estar menos expuestos al ruido.
Del mismo modo en las escuelas, ese rendimiento escolar es mayor en las aulas más alejadas de la calle.
Sin medidas De acuerdo con la OMS, las ciudades más ruidosas del mundo serían Tokio, París, Nueva York y Buenos Aires. Los argentinos se quejan, y realizan mediciones frecuentes que han establecido que, por ejemplo, en los últimos años el aumento fue de setenta por ciento, por lo tanto se llevan a cabo propuestas desde todos los sectores, encaminadas a su reducción.
En Venezuela no existe información en ese sentido, aunque nadie la necesita para saber que el ruido en Caracas aumenta cada vez más, sin importar la época o las causas. La salida de algunos buhoneros ha sido un atenuante, pero los camiones y autobuses, las sirenas de las ambulancias y hasta de vehículos privados sin permiso para ello, los tubos de escape descompuestos, los corneteos y el volumen de los reproductores, las motos y camiones de basura, los bares y discotecas en áreas residenciales, las campañas presidenciales, cualquier venta de discos compactos, las fiestas y celebraciones públicas o privadas, y hasta el más inocente cumpleaños casero después de la medianoche, pueden convertir en un verdadero infierno la vida de cualquier citadino.
Según Oramas, se han establecido métodos de prevención que, sumados a la preocupación y educación continua de profesionales del área, como otorrinolaringólogos, terapistas del lenguaje, audiólogos y especialistas en Higienie y Seguridad Industrial, así como a la labor de los departamentos de Recursos Humanos de algunas empresas, han ido reduciendo la asistencia a consulta por ese motivo.
Por otra parte, afirma que la reciente aprobación de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, ha significado un paso de real importancia en el control de los ambientes y la prevención de enfermedades y accidentes laborales.
Sin embargo, en el medio urbano, aunque Covenín y municipios como Chacao, Baruta y Sucre han aprobado modernas legislaciones en ese sentido, las medidas acordadas jamás parecen cumplirse. Intente usted llamar a alguna autoridad para denunciar la bulla que no lo deja dormir un viernes en la noche y podrá comprobarlo con facilidad.
"El problema esencial es la aplicación de la ley", afirma Thiery Ottaviani, presidente del Comité del Ruido y la Contaminación en Francia, en cuya web www.sos-bruit.com se presta apoyo a las víctimas de este mal. "A pesar de que es un grave problema de urbanismo y de degradación de la calidad ambiental, la polución sonora no se toma en serio, no es la principal preocupación del poder público", afirma.
Si bien los niños son mucho más sensibles, la pérdida de la capacidad AUDITIVAestá presente en todas las edades. En la mayoría de los casos, ésta suele ser irreversible, y el ruido es su principal causa
Prevención es la única armaExplica Oramas que, una vez diagnosticado el traumaacústico, poco o nada puede hacerse. "Esto dependerá -dice- del tiempo de evolución y el grado de pérdida auditiva".
"En algunos casos el trauma acústico no sólo produce hipoacusia, sino que puede acopañarse de tinnitus, que es la percepción de sonidos que no existen en el medio ambiente, sino que son producidos por las células ciliales afectadas, cuya irritabilidad genera impulsos que son percibidos como un sonido molesto y, en ocasiones, afectan de gran forma el estado anímico y, por lo tanto, la vida cotidiana de quien lo padece".
Y para ello no existe tratamiento, por lo tanto recomienda, enfáticamente, la prevención: evitar a exponerse a ruidos nocivos, ya sean únicos o de exposición prolongada. "Las personas que trabajan en ambientes ruidosos, deben cuidar de no someterse a impactos como disparos de armas de fuego, detonantes de celebración como los utilizados en Navidade, taladros caseros y otras herramientas ruidosas, sin protección auditiva".
Igualmente recomienda evitar sonidos o música de alto decibelaje en fiestas, eventos, walkmans y otros, y acudir al especialista rápidamente en caso necesario.
Decibeles: no más de 65 El ruido y el sonido se miden por decibeles (dB). La Organización Mundial de la Salud desaconseja vivir en ambientes en los que haya más de 65 decibeles de sonido y asegura que por encima de los 80 existe riesgo de daño severo. Las cifras medias de las legislaciones europeas marcan como límite aceptable 65 dB durante el día y 55 dB durante la noche, ya que la capacidad auditiva se deteriora en la banda comprendida entre 75 dB y 125 dB y pasa a un nivel doloroso cuando se superan los 125 dB. El umbral de dolor llega a los 140 dB. En la parte laboral se ha establecido un límite de 90 dB durante no más de ocho horas, y si el nivel llega a los 110 dB, es recomendable no estar expuesto más de media hora. Para hacerse una idea, cuando se habla en voz baja, se llega a 20 dB y el habla normal está entre 40 y 50. El ruido de un avión o un equipo de música muy alto, puede alcanzar entre 120 y 130. Incluso el uso de los nuevos reproductores de mp3 son una seria amenaza contra el sistema auditivo, porque tienen una intensidad de sonido de 90 decibeles y, al más alto volumen, pueden llegar a los 100.
SÍNTOMAS
A más de 60 dB
• Dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado
• Agitación respiratoria, aceleración del pulso y taquicardia
• Aumento de la presión arterial y dolor de cabeza
• Menor irrigación sanguínea. Los músculos se ponen tensos y dolorosos, sobre todo los del cuello y espaldaA más de 85 dB
• Gastritis, colitis o disminución de la secreción gástrica
• Aumento del colesterol y los triglicéridos, con el consiguiente riesgo cardiovascular
• En enfermos con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis o problemas coronarios, los ruidos fuertes y súbitos pueden llegar a causar hasta un infarto
• Aumenta la glucosa en sangre. En los enfermos de diabetes, la elevación de la glicemia de manera continuada puede ocasionar complicaciones médicas a largo plazo
Efectos psicológicos
• Insomnio y dificultad para conciliar el sueño
• Fatiga
• Estrés (por el aumento de las hormonas relacionadas, como la adrenalina)
• Depresión y ansiedad
• Irritabilidad y agresividad
• Histeria y neurosis
• Aislamiento social
• Falta de deseo o inhibición sexual
Fuente: Articulo extraido del Universal
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